RODOLFO, EL RENO | Canción de Navidad
Era Rodolfo el Reno
que tenía la nariz
roja como la grana
con un brillo singular
Todos sus compañeros
Se reían sin cesar
y nuestro buen amigo
solo y triste se quedó
Pero Navidad llegó
Santa Claus bajó
y a Rodolfo lo eligió
¡¡¡por su singular nariz!!!
Tirando del trineo
va Rodolfo muy feliz
y desde ese momento
toda burla se acabó...
El adviento es el primer periodo del año litúrgico cristiano, que consiste en un tiempo de preparación para el nacimiento del Salvador. Su duración es de 21 a 28 días, dado que se celebran los cuatro domingos más próximos a la festividad de Navidad. El adviento es el período que se encuentra en el comienzo del Año Litúrgico cristiano y empieza cuatro domingos antes de Navidad. Dura, por tanto, 40 días, e incluye siempre exactamente cuatro domingos. El primer domingo de adviento, al marcar el día de comienzo del año litúrgico, es necesariamente el domingo siguiente al de la fiesta de Cristo Rey (que señala el último domingo del año litúrgico). El primer domingo de adviento cae entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre.Venida de Cristo a la tierra; "Donde entendemos que muchas cosas del primer advenimiento están puestas en sombra, (quiero dezir) escondidas, cuyo cumplimiento se cumplirá en el segundo adviento, porque el Apóstol dize que Christo nos resusciptó consigo y nos hizo assentar consigo en las cosas ...
Color: En este tiempo se utiliza el color morado, que representa los tiempos penitenciales.
Sentido: El sentido del adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
Duración: no son 4 semanas, como se lee erróneamente en muchos medios, sino un período de entre una semana y un día y cuatro semanas, es decir, si comienza entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre, y finaliza siempre el 24 de diciembre, dura entre 21 y 28 días.
Partes: Se puede hablar de dos partes del adviento:
Del primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
Del 17 de diciembre al 24 de diciembre es la llamada "Semana de Nochebuena", y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo, la Navidad.
En estos días, las antífonas del Magnificat (en el rezo de Vísperas) son las llamadas "Antífonas de la O", puesto que todas ellas empiezan por la invocación "Oh", seguida de un título alusivo a Cristo y del resto de la antífona.
Éstas son:
-Día 17: Oh, Sabiduría...
-Día 18: Oh, Adonai...
-Día 19: Oh, Renuevo del tronco de Jesé...
-Día 20: Oh, Llave de David y Cetro de la casa de Israel...
-Día 21: Oh, Sol que naces de lo alto...
-Día 22: Oh, Rey de las naciones y Deseado de los pueblos...
-Día 23: Oh, Emmanuel...
Personajes: Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento que señalan la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesia ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús. La Corona de Adviento tiene su origen en una tradición que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor durante el invierno. Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas. Partían de sus costumbres para enseñarles la fe católica. La corona está formada por una gran variedad de símbolos:
La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también del amor de los creyentes a Dios y al prójimo que nunca debe terminar.
Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida, ejes fundamentales de la fe cristiana.
Las cuatro velas: Pretenden hacer reflexionar sobre la oscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios. Según la fe cristiana, después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas de la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que se encienden, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo al mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia. Las manzanas rojas que adornan la corona representan los frutos del jardín del Edén con Adán y Eva que trajeron el pecado al mundo, pero recibieron también la promesa del Salvador.
La sensibilidad estética surge del proceso de afirmación del ser humano cuando la sensibilidad humana se ha enriquecido a tal grado que las cualidades del objeto se captan como una expresión de la esencia misma del hombre; es entonces cuando se tiene la capacidad de crear algo nuevo.
El hombre descubre nuevas propiedades y cualidades, nuevas relaciones entre sujeto y objeto, y es a través de los sentidos como se manifiesta esa afirmación, así el más bello de los espectáculos carece de sentido para alguien que no posee sensibilidad estética; la más bella obra musical carece de sentido para quien no tiene sentido musical.
La naturaleza por sí misma carecería de valor estético sin el recurso del hombre que es quien la vuelve expresiva, para integrarla a su realidad y ponerla a su servicio. Sin la afirmación del ser humano frente a una necesidad inmediata no tendría sentido el objeto estético, para el hombre angustiado no tiene sentido el más bello espectáculo, la relación estética se produce cuando el ser humano se enfrenta al objeto con la totalidad de su riqueza humana el objeto adquiere una significación.
Para que esa sensibilidad estética se manifieste es necesario que el ser humano ordene a sus necesidades, sus actos, sus efectos, viviendo como ya lo he mencionado con la misma naturalidad y con el mismo ritmo que todo el universo, donde todo está organizado matemáticamente en relaciones lógicas y armónicas.
Para que el ser humano pueda manifestar su capacidad creadora requiere también de un orden interno, de no lograrlo sus obras serán simple imitación de la naturaleza.